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Un joven de 28 años fue hallado hoy con vida entre los escombros de un edificio en Haití, que podría haber estado atrapado desde el pasado 12 de enero cuando se produjo el terremoto que asoló el país, informó CNN.
La cadena de televisión explicó que el hombre, identificado como Evan Muncie, fue encontrado entre los escombros de un mercado donde vendía arroz, según contaron miembros de su familia a los médicos de la Universidad de Miami que están trabajando en Haití.
Cuando fue hallado, Muncie estaba deshidratado y desnutrido pero aparentemente no tenía heridas graves, indicaron los médicos.
El doctor Mike Connelly, del proyecto Medishare de la Universidad de Miami señaló que Muncie “estaba demacrado, no había comido nada en mucho tiempo y tenía heridas abiertas con úlceras en ambos pies”.
El hombre dijo a los doctores que alguien le había dado agua mientras estaba atrapado, pero según indicaron los médicos a CNN, Muncie está visiblemente confuso y por momentos cree que todavía está atrapado bajo los escombros.
El descubrimiento se ha producido casi un mes después del terremoto de 7 grados de magnitud en la escala de Richter que asoló el país, arrasó su capital, Puerto Príncipe, y dejó más de 250 mil muertos y miles de víctimas.
El Gobierno de Haití dio por finalizados los esfuerzos de búsqueda y rescate el pasado 23 de enero para centrarse en la limpieza de escombros y la atención médica, pero con el rescate de hoy todavía hay lugar para la esperanza.
EFE


 


GONZALO GUILLEN y GERARDO REYES
El Nuevo Herald

El ex paramilitar colombiano Francisco Enrique Villalba Hernández declaró ante la Fiscalía General de Colombia en febrero pasado que el presidente Alvaro Uribe y su hermano Santiago participaron en la planeación de una masacre en el norte del departamento de Antioquia, según una copia del testimonio obtenida por El Nuevo Herald.

Parte de la confesión de Villalba, cuya credibilidad Uribe atacó esta semana, fue utilizada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para condenar a Colombia por esa masacre, ocurrida en el caserío El Aro en 1997, según un extenso fallo de ese tribunal hace dos años.

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    Villalba no comprometió al mandatario ni a su hermano en los testimonios ante la CIDH, pero su relato fue parte de las pruebas que sirvieron al tribunal para concluir que en la matanza de El Aro agentes de la fuerza pública colaboraron con grupos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para asesinar a sangre fría a por lo menos 15 campesinos "en estado de indefensión, despojando a otros de sus bienes y generando terror y desplazamiento'', según el fallo, de 160 páginas.

    El mismo fallo cita un testimonio en el sentido que la gobernación del departamento de Antioquia, entonces a cargo del hoy presidente Uribe, se negó a prestar protección a los habitantes de El Aro al enterarse que el ataque paramilitar era inminente.

    "Ante esta situación, como dos meses antes de la toma, la Junta de Acción Comunal de El Aro pidió protección a la gobernación [de Antioquia], la cual no fue otorgada'', expresa la sentencia del CDIH.

    Hasta ahora sólo se conocían indirecta y fragmentariamente alguno aspectos de la declaración de Villalba ante la fiscalía colombiana revelados por Uribe sorpresivamente durante una entrevista radial esta semana para rechazar los señalamientos del ex paramilitar.

    Pero El Nuevo Herald obtuvo una copia completa de la declaración que, en efecto, contiene reiterados testimonios de Villalba de que Uribe, cuando era gobernador del departamento de Antioquia, se codeaba con los máximos jefes de las AUC y dio carta blanca para llevar a cabo la masacre.

    "[Alvaro Uribe nos dijo] que lo que hubiera que hacer que lo hiciéramos'', declaró Villalba al describir una reunión en la que participaron líderes de las AUC, militares y los hermanos Alvaro y Santiago Uribe.

    La declaración de 19 páginas de Villaba describe con nombre y pormenores una estrecha relación de complicidad y camaradería entre autoridades militares y policiales con los cabecillas de los escuadrones de la muerte.

    Villalba denunció la muerte de funcionarios de la fiscalía que investigaban la masacre, el asesinato de activistas de derechos humanos que colaboraban con las autoridades en el esclarecimiento de los hechos y tres atentados, uno de ellos con cianuro que le pusieron en una bebida de malta.

    La declaración contiene por los menos dos inconsistencia: que uno de los militares que Villalba mencionó como participante en una reunión a finales de 1997 había fallecido en abril de ese año y que la fecha de la masacre no fue en noviembre, como él sostuvo, sino en octubre de ese año.

    Cuando los paramilitares llegaron a El Aro, un caserío de unos 500 habitantes en una zona montañosa del norte del departamento de Antioquia, llevaban una lista de sus víctimas, relató Villalba al diario El Colombiano de Medellín.

    A unos los mataron de un tiro en la nuca, bocabajo, en la plaza del pueblo; también ultimaron a un joven de 14 años, pero en el caso del dueño del almacén de abarrotes Marco Aurelio Areiza Osorio, un comerciante de 64 años, apreciado en la región por su generosidad, los paramilitares se ensañaron con una pasmosa frialdad.

    Según los testimonios obtenidos por Human Rights Watch y periodistas colombianos, le ordenaron al comerciante que preparara un sancocho, y después que lo sirvió lo amarraron a un naranjo y, vivo, le sacaron el corazón, luego los ojos y después le arrancaron los testículos.

    Algunos niños que se escondieron cerca a la plaza lo vieron todo

    "El bujaba [mujía] duro y luego chillaba como un niño'', le dijo uno de los menores a los periodistas Carlos Giraldo y Miguel Garrido, de El Colombiano.

    Los paramilitares ingresaron a El Aro el sábado 25 de octubre, un día antes de elecciones municipales. La toma del pueblo duró unos cuatro días, durante los cuales unos 120 paramilitares con uniformes de las AUC asesinaron campesinos, violaron mujeres, saquearon negocios y robaron unas 900 cabezas de ganado, según documentos judiciales.

    Villalba, de 36 años, confesó que había participado en ésta y otras masacres de las AUC.

    Tres meses después de los hechos de El Aro, se presentó ante las autoridades judiciales porque estaba cansado de tantas muertes y se habían planeado atentados con los que no concordaba, dijo. Hoy cumple una pena de 33 años de prisión en la penitenciaría La Picota de Bogotá.

    Según sus declaraciones a la policía, el Ejército y las AUC planearon la toma de El Aro para escarmentar a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y rescatar a unos ocho ganaderos y comerciantes que los rebeldes tenían secuestrados.

    Villalba aseguró que tres días antes de la incursión en El Aro hubo una reunió en una finca de un hacendado --que no identificó-- en el municipio de La Caucana, en el noroeste de Antioquia. Al encuentro asistieron además de mandos militares de la IV Brigada y de la policía, cabecillas de las AUC y los hermanos Uribe, agregó.

    "Estuvo también Santiago Uribe y Alvaro Uribe, que era gobernador cuando eso'', dijo el testigo.

    A la pregunta de si conocía anteriormente a los Uribe, Villalba respondió que en el caso de Alvaro no, pero que Santiago "siempre fue conocido en la organización porque todavía tiene un bloque de Autodefensas en Santa Rosa de Osos''.

    Villalba afirmó que se enteró de quién era Uribe después de la masacre cuando el entonces gobernador se presentó en la misma finca a felicitarlos por el éxito de la operación.

    "Supe que era Alvaro Uribe porque él se presentó, habló con nosotros y dijo que la operación había sido un éxito, que los secuestrados habían salido sanos y salvos'', dijo Villaba. "Ahí llegó con un escolta, de apellido Serna'', agregó.

    Los ocho secuestrados fueron liberados.

    Esta semana Uribe aseguró que jamás he estado en La Caucana.

    Villaba declaró a la fiscalía que años después vio de nuevo al escolta Serna, pero esta vez como guardia del Instituto Nacional Penitenciario (INPEC), en la cárcel de La Picota de Bogotá. Serna lo reconoció y lo saludó, agregó.

    En la reunión previa a la masacre estuvieron presentes los cabecillas de las AUC Carlos Castaño, entonces máximo jefe de la organización y quien fue asesinado; Salvatore Mancuso, segundo al mando, y otros que identificó con los alias ‘Noventa'', "Cobra'', el Negro Ricardo y Junior.

    También acudió un hombre a quien identificó, vacilando, como José Ardila, de las organizaciones de autodefensas campesinas legalizadas por el gobierno y conocidas como las Convivir.

    Al referirse al paradero de Ardila, Villalba dijo:

    "[Ardila] estaba declarando en contra de Alvaro Uribe, a él lo sacaron de la cárcel, estaba condenado a 60 años y lo desaparecieron, no sé dónde estará''.

    Mancuso fue condenado por la justicia colombiana a 40 años de prisión por la masacres de El Aro y La Granja. En esta última fueron torturadas y asesinadas cinco personas el 11 de julio de 1996.

    Según el declarante, Alvaro Uribe "fue invitado por Carlos Castaño'' a la reunión previa a la masacre y luego presentado por Mancuso ante los asistentes.

    En esa reunión Uribe habló en público, detalló Villalba.

    "‘Alvaro Uribe decía recomendaciones, que los secuestrados, que todos salieran salvos y que lo que hubiera que hacer que lo hiciéramos'', dijo el testigo.

    En cuanto a la finca donde se realizaron las reuniones, el ex paramilitar señaló que "a mano izquierda hay unos corrales y una caballeriza, esa finca no tenía nombre pero todavía existe, nosotros llegamos un día antes [de la reunión], con mis 22 hombres''.

    Villalba declaró ante Carlos A. Camargo Hernández, fiscal noveno especializado de la Unidad Nacional de Fiscalías de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario, que el encuentro ‘‘fue de día, empezó como a las 10 de la mañana y terminó [a las] 3 de la tarde, después que almorzaron y todo''.

    Según el testigo, Mancuso y Castaño llegaron "en un helicóptero gris, pequeño, [que] bajó a la finca directamente'' y en la zona ‘habíamos (sic) como 100 hombres [de escuadrones de la muerte] con los del pueblo y los 22 que yo tenía''.

    Cuando el fiscal le preguntó si los escuadrones de la muerte recibieron ayuda de de la fuerza pública, Villalba declaró: "Sí doctor, de la IV Brigada [de Ejército]. Lo digo porque antes de la masacre hubo una reunión; hubieron (sic) retiradas de tropas de los retenes [de control militar en el área], suspendido los retenes de tropa en la carretera''.

    Villalba le dijo al fiscal que con anterioridad a sus declaraciones de febrero de este año había entregado a la justicia detalles de ésta y otros masacres a funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de Medellín.

    También declaró sobre la participación de los hermanos Uribe, de lo cual quedaron grabaciones en cintas magnetofónicas, indicó.

    Pero "las grabaciones resultaron en manos de Mancuso'', explicó Villalba, y los funcionarios del CTI fueron asesinados en septiembre de 1999.

    ‘A ellos los mataron en Medellín, los mató la gente de la banda de La Terraza y a mí me mandaron que me callara'', dijo.

    La Terraza es una enorme agencia de asesinos a sueldo de Medellín que ha operado bajo la dirección de poderosos narcotraficantes y paramilitares.

    Sobre la reunión en la que participaron los hermanos Uribe Vélez, dijo Villalba, también habló varias veces con el director del CTI de Medellín, "un señor de gafitas, joven, y le comenté lo de [la reunión] de La Caucana y no dijo nada, se quedó callado''.

    El testigo aseguró que también habló sobre estos temas con María Teresa Gallo, fiscal especializada de terrorismo y derechos humanos.

    "Me prometió muchas cosas, como cambio de identidad, sacarme de la cárcel y mandarme a otro país'', dijo.

    En enero de 2007 Villalba trasladado a Medellín para declarar contra el militar Juan Manuel Grajales por otra masacre cometida por paramilitares en noviembre de 1997 en La Balsita, municipio de Dabeiba, Antioquia.

    En esa oportunidad fueron asesinadas 15 personas y entre los responsables, asegura, "también estaba el hermano de Alvaro Uribe, Santiago, que prestó como 20 pelados [sicarios] para eso''.

    Villalba tiene una segunda condena de 37 años de prisión por la masacre de La Balsita. Los ‘‘pelados'' que habría prestado el hermano del presidente Uribe, pertenecían a la banda paramilitar Los Doce Apóstoles'', que según varias versiones judiciales comandaba directamente Santiago Uribe.

    Villalba afirmó que el 13 de febrero de 1998 decidió entregarse voluntariamente a la Fiscalía, pues militares activos, narcotraficantes y paramilitares planeaban varios crímenes con los que no estaba de acuerdo.

    Los planes se cumplieron. Según el testigo, este grupo asesinó al periodista y humorista Jaime Garzón, al abogado Jaime Umaña y al defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo.

    Valle había advertido desde 1996 que narcotraficantes, militares y escuadrones de la muerte se disponían a cometer la masacre de El Aro. En respuesta, el hoy presidente Uribe, entonces gobernador de Antioquia, acusó públicamente a Valle de ser enemigo de las fuerzas armadas y el ejército lo enjuició por calumnia.

    Luego fue asesinado en Medellín.

    A Valle, dice Villalba, "lo mató la banda de La Terraza y a mí me mandaron a que me callara [...] lo mandaron a matar por las investigaciones que llevaba sobre la masacre del Aro. Era uno de los que me ayudaba porque supo cuando yo me entregué y me iban a matar para que no dijera nada''.

    El fiscal que estaba encargado de la investigación de Valle, tuvo que salir del país, dijo.

    Además del presidente Uribe y su hermano Santiago, en los expedientes judiciales figuran el ex general Carlos Alberto Ospina --comandante de las fuerzas armadas durante el primer gobierno de Uribe--, quien en el momento de los hechos era comandante de la Cuarta Brigada de Ejército, acantonada en Medellín, y el general de Ejército Alfonso Manosalva Florez, quien según testigos como Villalba y Mancuso entregó a los escuadrones de la muerte la lista de las personas que debían matar en La Granja y El Aro.

    El presidente Uribe señaló como una de las inconsistencias de la declaración de Villalba que la afirmación que Manosalva estaba presente en una reunión en noviembre de 1997 con líderes paramilitares cuando éste había fallecido en abril de ese año.

    Villalba relató que ha sido víctima de tres atentados. El primero ocurrió en la cárcel de la ciudad de Palmira después de haber hablado con la fiscal Gallo.

    "Un muchacho de las autodefensas, Edison Parra, [condenado por un homicidio en el Llano, me dio una puñalada del lado izquierdo, a la altura del pecho''.

    Dos meses después, "en el mismo patio me hicieron otro atentado con cianuro en una Pony Malta [marca de bebida de malta]. Me la hizo Edwin Tirado, también de las AUC, que ahora está en la cárcel de Montería, él era un ex trabajador de Mancuso''.

    "Los atentados se los atribuyó a Mancuso, en esos días yo estaba declarando contra la Fuerza Pública'', agregó.



 

Hay que dejar atrás la corriente guerrerista. “Nosotros no queremos aquí un Kosovo, un Vietnam, una Palestina, un Oriente Medio”. Misión Barrio Adentro I y II salva más de 347 mil vidas

Prensa Presidencial (24.03.08) “El imperio anda a la ofensiva”, aseguró el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, al hacer un llamado a su par colombiano, Álvaro Uribe Vélez, para que rechace la doctrina guerrerista impulsada por el gobierno de Estados Unidos y mantenga el clima de paz entre los países suramericanos.

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    Este llamado lo realizó el mandatario nacional durante la inauguración de 11 salas quirúrgicas en el Hospital Universitario de Maracaibo, ubicado en el estado Zulia, cuando expresaba su preocupación por las recientes declaraciones emitidas por el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, quien aseveró que la acción aplicada por Colombia en territorio ecuatoriano donde resultó muerto Raúl Reyes, el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue una acción de guerra legítima y que están dispuestos a ir a buscar los terroristas en cualquier lugar, empleando una acción similar.

    Son declaraciones que emite el alto funcionario de Bogotá sin tomar en consideración el rechazo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la XX Cumbre del Grupo de Río, celebrada en República Dominicana, organismos que coincidieron en que la incursión violó la soberanía del territorio ecuatoriano, puntualizó el líder de la Revolución Bolivariana.

    Por tales razones reiteró su llamado al presidente Uribe Vélez para que se mantenga la paz y no se deje llevar por la corriente del guerrerismo y de la agresión, y para que se respete la soberanía de los pueblos porque “no queremos una nueva escalada de tensiones”.

    “Queremos una Suramérica en paz. Nosotros no queremos aquí un Kosovo, un Vietnam, una Palestina, un Oriente Medio, no. No queremos eso, nosotros queremos es paz”.

    Recordó que el territorio que hoy día conforma Panamá pertenecía a la Gran Colombia, pero Estados Unidos logró su supuesta independencia con la finalidad de construir el canal de Panamá para su propio beneficio. Maniobra que, pasando por encima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aplicó también en Yugoslavia para quitarle Kosovo. Igualmente –dijo- atacan al Tibet pretendiendo debilitar a la República Popular China para dividirla y conquistarla.

    Comentó que la propuesta de dividir a la “tierra del sol amado” de Venezuela y la agresión contra Ecuador desde Colombia, son algunas de las estrategias que quiere aplicar el imperio norteamericano para dividir a los países latinoamericanos para invadirlos y apoderarse de sus recursos naturales.

    Para finalizar este tema y luego de enviarle un caluroso saludo al comandante Fidel Castro Ruz, dijo que el ex dignatario de Cuba, mediante las “Reflexiones de Fidel”, publicadas en el diario Granma “anda alertándonos para que miremos al mundo”.


 


Documental en el que se desmonta la causa esgrimida por la Administración de Bush para la invasión de Iraq que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

A través de entrevistas a funcionarios de los servicios de inteligencia y de defensa estadounidenses, expertos en asuntos exteriores e inspectores de armas de Naciones Unidas, incluyendo a un antiguo director de la CIA, a dos antiguos secretarios de Defensa, a un antiguo embajador en Arabia Saudí e incluso al antiguo Secretario del Ejército del presidente Bush, salen a la luz la mentiras y engaños del gobierno estadounidense y sus aliados y las verdaderas razones de la invasión.

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    "Al Descubierto: Guerra en Irak, plantea las diferentes razones de la guerra. Como es evidente prácticamente para todos que en Iraq no había armas de destrucción masiva, la pregunta más frecuente es: “Bien, entonces, ¿cuál es el motivo de esta guerra?”. Y la respuesta no puede ser otra que la propia filosofía neoconservadora de un pequeño e influyente grupo de asesores presidenciales que se ha impuesto en Washington después del 11 de septiembre. Y no es una teoría de la conspiración... Esta película habla de esos neoconservadores, explora con detalle quiénes son y la naturaleza de sus creencias que han conducido a la guerra. Además, se repasa la actuación de los medios de comunicación y cómo en Estados Unidos todos ellos se dedicaron a alentar la guerra, más que a ver el proceso con ojo crítico.

    Otro significativo aspecto que aborda esta película es el papel de los "informadores" de los servicios de inteligencia. La irrecusable información actual acerca de estos informadores, su enorme influencia sobre el gobierno de Estados Unidos y el hecho de que se equivocaron prácticamente en todos los puntos claves es un aspecto fundamental de esta mirada sobre la guerra de Iraq.

    He repasado mis entrevistas originales a funcionarios de servicios exteriores de la CIA y a inspectores de armamento y me ha producido una gran sorpresa la agudeza, cuidado y gran acierto de todos estos hombres y mujeres al analizar las causas de la guerra. De hecho, fueron los más sensatos y heroícos al hablar claramente cuando eso no era popular ni estaba de moda. Me siento orgulloso de conocer a esos patriotas y me siento satisfecho de ofrecer al público esta película." Robert Greenwald, El Director.

 


Nueva York, 18 de marzo. Los temas de raza y racismo en Estados Unidos finalmente irrumpieron en el escenario electoral después de permanecer apenas bajo la superficie en los meses que llevan las campañas de precandidatos, no obstante la presencia del primer aspirante afroestadunidense con posibilidades de ganar la Casa Blanca.

La disputa cada vez más fuerte sobre lo que críticos consideran “declaraciones controversiales” en los últimos años del pastor religioso de Barack Obama en Chicago, en las que califica a Estados Unidos de país racista con autoridades corruptas y criminales, ha amenazado con descarrilar la campaña del precandidato demócrata, quien hoy fue obligado a enfrentar de manera directa cuestiones de raza y racismo durante un discurso en Filadelfia.

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    Aunque criticó algunas de las declaraciones de su ex pastor, el reverendo Jeremiah Wright Jr., y se distanció de otras, Obama colocó esto en el contexto de la historia y la experiencia negra en Estados Unidos, algo sobre lo que no había profundizado hasta ahora.

    Recordó que tiene familiares de varias razas, evocó su origen biracial y mencionó que está casado con una mujer negra “que lleva sangre de esclavos y de dueños de esclavos”.

    Invitó a que los estadunidenses “superen algunas de nuestras viejas heridas raciales”, pero a la vez afirmó que el tema de la raza es algo que “no podemos permitirnos ignorar hoy día”, ya que nunca se ha logrado resolver de manera fundamental. Describió algunos de los elementos históricos que han generado “ira y amargura” en la comunidad afroestadunidense, y subrayó que “esa ira es real; es poderosa. Y el simple deseo de que se desvanezca o el condenarla sin entender sus raíces, sólo sirve para ampliar la brecha del no entendimiento entre las razas”.

    Al señalar que esa ira y resentimiento también existen en algunos sectores blancos, indicó que eso únicamente servía para distraer la atención “de los verdaderos responsables” de las crecientes presiones sobre ambas comunidades. Estos responsables, detalló, son parte de una cultura empresarial corrupta, del poder de ciertos intereses especiales y de “políticas económicas que favorecen a los pocos sobre los muchos”.

    Condenó algunas de las declaraciones del pastor Wright que han sido calificadas de incendiarias, dijo que “no son sólo equivocadas, sino divisorias, en un momento en el que necesitamos unidad”. Recordó que aunque fue el guía que lo llevó a su fe cristiana en la Trinity United Church of Christ, en la sección pobre de Chicago, y que fue quien lo casó y bautizó a sus hijos, no estaba de acuerdo con algunos de sus sermones ni con otras de sus declaraciones.

    Entre algunos fragmentos de declaraciones de Wright que se han difundido en Internet y otros medios, hay afirmaciones de que los atentados del 11-S fueron resultado de las políticas estadunidenses, y que el himno patriótico God Bless America (Dios bendiga a América) debería ser cantado por negros como “Dios condene a América” por la historia de esclavitud y discriminación que han sufrido durante siglos en este país.

    Pero al condenar algunas de las frases, Obama subrayó que se tenían que entender dentro del contexto racial del país, y por lo tanto, también afirmó que aunque la cosa “políticamente segura” que se debería de hacer es tratar de evadir esta controversia y descalificar a Wright, no lo haría. “No puedo desconocerlo (a Wright) al igual que no podría desconocer a la comunidad negra. No puedo desconocerlo, al igual que no podría desconocer a mi propia abuela blanca… una mujer que me ama más que cualquier otra cosa en este mundo, pero una mujer que una vez me confesó su temor de los hombres negros que pasaban frente a ella en la calle…”

    En su discurso de 45 minutos redactado por él después de una semana en la que se intensificó el cuestionamiento hacia Obama por su relación con Wright, el precandidato demócrata ofreció sus más extensos comentarios sobre uno de los grandes temas de este país, y uno que, a veces a susurros, a veces a gritos, lo ha acompañado desde un inicio.

    Para un veterano observador y participante en debates sobre asuntos raciales, “todo esto revela la obvia verdad de que los blancos y los negros no viven en el mismo país y en gran medida no hablan entre sí, y que muy poco está resuelto”, dijo en comentarios a La Jornada. “Esto pone de nuevo en la mesa lo que muchos aquí piensan: que por el racismo que prevalece en este país hay un amplio sector blanco que jamás votará por un negro”.

    Sin embargo, eso es justo lo que está en juego en la apuesta de Obama, quien ha insistido que los estadunidenses están hartos de la política en Washington, que hay hambre de cambio, y que el apoyo por su mensaje sí demuestra la voluntad para superar las divisiones que han obstaculizado ese cambio.

    La presencia de Obama en esta elección es de alguna manera una prueba que podría demostrar si en verdad este pueblo está listo para ese “cambio”.


 

La senadora demócrata y aspirante presidencial, Hillary Clinton, afirmó hoy que el costo de la guerra en Irak podría ascender a un billón de dólares y reiteró su idea de que Estados Unidos se retire de un conflicto que 'no puede ganar'.

De inmediato, los comentarios de Clinton suscitaron un contraataque de su rival en el Partido Demócrata , Barack Obama, y el candidato republicano John McCain.

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    'Está en juego nuestra seguridad económica. Tomando en cuenta los costos a largo plazo de reemplazar equipos y dar cobertura médica a las tropas y beneficios a familiares de soldados caídos, la guerra en Irak podría costar más de un billón de dólares', dijo Clinton.

    A dos días del quinto aniversario de la invasión de Irak, la senadora demócrata aprovechó su discurso en la Universidad de George Washington para criticar la decisión del Gobierno de EEUU de invadir el país árabe el 19 de marzo del 2003.

    Clinton hizo énfasis en el creciente costo de la guerra y su repercusión en las prioridades nacionales cuando la economía se perfila como el asunto más importante para los estadounidenses con vistas a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

    La senadora destacó que con los fondos ahora destinados a la guerra bien se podría dar cuidado de salud a los 47 millones de estadounidenses que carecen de seguro médico; servicios de educación para todo preescolar, facilitar la educación universitaria para los jóvenes, resolver la crisis de vivienda y dar alivio tributario a 'decenas de millones de familias de clase media'.

    En contraste, la guerra en Irak, donde ya han perecido cerca de 4.000 soldados estadounidenses, no sólo está minando la capacidad de las fuerzas armadas del país sino que también está poniendo en riesgo la seguridad económica, subrayó Clinton.

    En la actualidad, el conflicto bélico en el país árabe ya le ha costado al país unos 500.000 millones de dólares.

    Clinton ha dicho que si gana la presidencia le pedirá a un grupo de asesores militares que elabore un plan para iniciar la retirada de las tropas en un plazo de 60 días a partir de enero próximo.

    Por otra parte, Clinton dijo que el presidente George W. Bush está decidido a mantener 'su fallida política en Irak' mientras que el candidato presidencial republicano, John McCain, 'aceptará de muy buen grado la antorcha y mantendrá el rumbo actual, dejando a las tropas en Irak por hasta cien años si es necesario'.

    Tanto Bush como McCain 'quieren mantenernos atados a una guerra civil en otro país, una guerra que no podemos ganar', aseguró Clinton, al describir a ambos como personas que en vez de aprender de errores, 'los repiten'.

    Clinton también arremetió contra Obama al señalar que su ex asesora en política exterior, Samantha Power, dijo que el senador demócrata por Illinis posiblemente no cumpliría con su promesa de iniciar la retirada de Irak en un plazo de 16 meses a partir de enero del 2009.

    Obama de inmediato respondió al ataque de Clinton al recordar que él se ha opuesto a la guerra en Irak desde el principio.

    En otras ocasiones, Obama también ha recalcado que la senadora Clinton votó a favor de una resolución en el Senado para autorizar la guerra en el 2002.

    Clinton y Obama se pronunciaron sobre la guerra en Irak en momentos en que intentan captar el mayor número de delegados posibles para lograr la candidatura presidencial, y las primarias del próximo 22 de abril en Pensilvania serán clave en ese proceso.

    La campaña de McCain, por su parte, emitió un comunicado en el que criticó 'los ataques deshonestos' de la senadora Clinton.

    La directora de comunicaciones de McCain, Jill Hazelbacker, dijo que 'sería una enorme irresponsabilidad mantener las promesas de campaña que hace el ala izquierda del Partido Demócrata y proseguir con una retirada, sin importar la situación' sobre el terreno.

    Algunos observadores coinciden con los comentarios de la portavoz de McCain, al recordar que incluso los mejores planes requieren una revisión ante los cambios en la realidad política dentro y fuera del país, y la situación de seguridad en Irak.

    Terra Actualidad - EFE

 


México, 13 Mar. ABN. - Integrantes de la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria solicitaron al Senado renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en su rubro agropecuario.

La petición que recibió el grupo de senadores, que realizará la reforma integral del campo, está respaldada por 440 mil firmas de artistas e intelectuales que exigen la negociación del convenio comercial, al asegurar que perjudica a la industria agrícola nacional de maíz y frijol.

"Sin maíz no hay país y sin frijol tampoco. Pon a México en tu boca", fue el nombre de la campaña llevada a cabo por más de 300 organizaciones campesinas, ambientalistas y sociales, que arrancó en junio de 2007 y que en enero pasado promovió junto con otros grupos una marcha contra el TLCAN en la capital mexicana, que movió a decenas de miles de personas, señaló TeleSur.

De manera concreta pidieron retirar el maíz y el frijol mexicanos del acuerdo comercial, además de prohibir en México la siembra de gramínea transgénica, destacó el diario mexicano El Financiero.

La escritora Laura Esquivel (autora de Como agua para chocolate y otros representantes del mundo de la cultura, como las actrices Vanessa Bauche (Amores perros) y Sofía Álvarez, apoyaron con sus firmas y su presencia la campaña.

"Es muy difícil entender que hayamos permitido que los laboratorios se adueñen de las semillas y que se produzcan semillas estériles", lamentó Esquivel, que lucía un collar y varias pulseras y anillos hechos de maíz.

 

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