mercenarios en irakLos agentes de la compañía privada de seguridad estadounidense Blackwater dispararon injustificadamente contra al menos 14 de los 17 civiles que murieron en el polémico incidente en Bagdad el pasado 16 de septiembre, según una investigación del FBI cuyos resultados publica este miércoles ''The New York Times''.

Una averiguación de la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) revela que los agentes de la compañía estadounidense de seguridad Blackwater, envueltos en más de 200 casos de asesinatos de civiles en Irak, efectivamente dispararon sin justificación contra al menos 14 de los 17 civiles que murieron en el polémico incidente en Bagdad, ocurrido en septiembre pasado.
Los resultados de la investigación del FBI, que publica este miércoles el diario The New York Times, indican que no existe evidencias que apoyen las afirmaciones de los empleados de Blackwater, quienes aseguraron haber disparado en defensa propia, tras ser atacados supuestamente por los iraquíes.

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    Aunque aún no ha concluido la investigación, los resultados arrojados hasta ahora demuestran que los mercenarios de la compañía "usaron sus armas de fuego de forma imprudente".

    Según "The New York Times", que cita como fuentes a civiles y oficiales militares que han facilitado información a los agentes del FBI, los pesquisas determinan que algunos de los cinco guardas de Blackwater que se encontraban aquel día en la plaza abrieron fuego y que la investigación se centra en particular en uno de ellos, porque fue responsable de muchas de esas muertes.

    Los hechos se remontan al pasado 16 de septiembre, cuando un grupo de agentes de Blackwater dispararon contra los civiles que se encontraban en en la plaza Al Nasur de Bagdad, causando 17 muertos y 27 heridos, según apuntó una investigación de las fuerzas de seguridad iraquíes.

    Una comisión del gobierno de Irak acusó a los mercenarios, involucrados en al menos 200 casos de asesinatos a civiles en este país árabe, de matar sin justificación a los 17 civiles iraquíes.

    El pasado 2 de octubre, el director de Blackwater, Erik Prince, ligado además a grupos radicales antiinmigrantes, insistió ante una comisión especial del Congreso de EEUU, que investiga con preocupación el caso, en la inocencia de su personal que, según sostuvo, actuó en "defensa propia" cuando un supuesto grupo de insurgentes atacó un convoy diplomático bajo su custodia.

    Las familias de algunos de los 17 iraquíes que murieron a manos de los mercenarios de Blackwater, demandaron el pasado 11 de octubre a la compañía por considerar que violaron la ley y fomentan una cultura "de anarquía legal" entre sus empleados.

    Civiles en la mira de los mercenarios

    A este caso, se suma uno ocurrido el pasado sábado, cuando un taxista iraquí murió tras recibir un disparo de un miembro de la empresa de seguridad estadounidense DynCorp International, según confirmó el Ministerio de Interior de Irak en declaraciones recogidas por The New York Times.

    Al menos tres testigos afirmaron que el taxista, que se cruzó con un convoy de varios vehículos de la citada empresa, no actuó de manera sospechosa y que un sargento del Ejército iraquí que registró el coche poco después del suceso confirmó que en el automóvil no había armas o explosivos.

    "Simplemente decidieron matar al conductor y marcharse", señaló el general Abdul Karim Khalaf, un portavoz del Ministerio iraquí de Interior.

    Otro caso similar ocurrió tres semanas después de la matanza de los 17 civiles a manos de los Blackwater, cuando dos mujeres iraquíes murieron en Bagdad por disparos de los guardias de un convoy de Unity Ressources Group (URG), una empresa australiana que escolta a organizaciones no gubernamentales estadounidenses que trabajan para ese gobierno.

    Otro incidente causó recientemente tres heridos cerca de Kirkuk (norte), cuando un convoy de Erinys, una compañía británica que escolta a ingenieros del ejército estadounidense, abrió fuego contra un coche.

    Tras la invasión liderada por Estados Unidos, las compañías privadas de seguridad proliferaron en Irak, al punto de que cuentan en la actualidad con uno de los contingentes extranjeros más numerosos desplegados en el país árabe y que, a diferencia de los militares estadounidenses, habían gozado de inmunidad.

    Pese a los escándalos, el Departamento de Estado de EEUU prometió recientemente inmunidad de enjuiciamiento a los mercenarios de Blackwater, según reveló el diario The New York Times.

    Además, fuentes del Departamento de Estado informaron el pasado 18 de octubre que los efectivos de Blackwater tampoco serán despedidos.

    La polémica entorno a los compañías de seguridad en Irak, causaron la salida del jefe de seguridad diplomática del Departamento de Estado de Estados Unidos, Richard Griffin, quien renunció el pasado miércoles, debido a las fuertes críticas contra su oficina por la ineficiencia con la que ha supervisado a las compañías privadas de seguridad en el país en el que Washington mantiene una guerra desde hace más de cuatro años.

    nn-Efe-NN